Comencé a leer este libro porque me apareció en una lectura de filosofía que estaba haciendo. La obra es La policía de la memoria de Yoko Ogawa. Tengo que decir que la obra no era lo que yo me esperaba en un primer momento. Se la comparaba con 1984 de Orwell, pero creo que es un concepto totalmente diferente. Aun así, terminó sorprendiéndome gratamente.

La historia trata de una isla en la que paulatinamente ciertas cosas van siendo olvidadas por sus habitantes. Estas desapariciones se trasladan de las memorias de sus habitantes a la realidad, pues la policía de la memoria establece y controla que todos los ejemplares de dicho objeto olvidado tiene que destruirse. Sin embargo, hay una minoría que no tiene la capacidad de olvidar como los demás y serán perseguidos por este régimen.
Para mí el tema central de esta historia es el olvido y cuanto más avanzaba más pensaba en el Alzheimer. A través de las diversas desapariciones que tienen lugar vas viendo y entendiendo como eso también provoca que la protagonista vaya perdiendo una parte de sí misma. Llega un punto en la historia en que se establece una relación entre la protagonista (que olvida) y otro personaje al que no le afectan las desapariciones. Esto hace más patente como el olvido le afecta, pues aunque le intenta explicar por qué esos objetos son importantes para entender quién es, ella ya los siente como algo ajeno y extraño. Lo ha perdido de tal forma que ni siquiera sabe que es lo que ha perdido, esa es la cuestión, y así poco a poco también se pierde a sí misma.
Tenemos que tener en cuenta que es un libro con el que tienes que dejar llevar. Al leerlo sentía que la escritora se había puesto a redactar sin pensar a donde quería llegar con la historia porque hay varios elementos que no tienen una explicación o que al menos yo no les encontraba un sentido claro de porque aparecen. De igual forma, no se explicará de donde viene este régimen de la policía de la memoria, ni donde van la gente que se llevan arrestada, ni porque olvidan, etc. Supongo que esto se debe a que lo importante justamente no es lo que está, sino lo que no está.
Aun así, debo alabar la manera en que Yoko Ogawa describe la sensación del olvido. Me parece una de las cosas más difíciles de transmitir porque cuando olvidamos muchas veces no sabemos que olvidamos. Sobre todo si hablamos de un olvidar absoluto e irrecuperable, como es este caso. Entonces, ¿cómo describes algo que no eres del todo consciente de como se siente? El libro merece ser leído sólo por eso.
En definitiva, una obra con la que fluir, reflexionar sobre la memoria y sobre como ella nos conforma sin que nosotros tengamos voluntad sobre ella. En mi opinión recomendable si quieres empatizar o entender un poco a personas con trastornos de memoria. Disfrútenla.
Si quieres saber cuales fueron mis frases/fragmentos favoritos de este libro y muchos otros sígueme en mi instagram.
Comments